Screenplay: Peter Blackburn
Música: Ryan Walsh
Productora/s: Blacmac Productions
Reparto: Libby Munro, Jane Elizabeth Barry, Cadence Parkes, Darrell Plumridge, Luke Townson
Lanzamiento: 2016
País: Australia
Duración: 81 minutos
Sinopsis: Sarah es una mujer que ha vivido dentro de su casa los dos últimos años. Tiene agorafobia y trastorno obsesivo compulsivo. A lo largo de la película veremos cómo es su proceso de prepararse para salir a la calle a tiempo real y cómo sus trastornos afectan a su rutina.
Esta película no tiene libro, pero quería reseñarla. La encontré en Amazon Video un día que buscaba películas, presa de un aburrimiento extremo y la sinopsis me llamó la atención, además de su corta duración.
No es una película de la que se puedan sacar spoilers gordísimos. Se centra en el tiempo que Sarah necesita para prepararse para salir a la calle y vemos cómo sus trastornos la afectan.
Es una película que acaba por resultar increíblemente agobiante. Vemos a Sarah hacer repeticiones de ocho, debido a su Trastorno Obsesivo Compulsivo, cómo esto paraliza su vida, una rutina tan simple como ducharse, la cual va repitiendo a lo largo de la duración de la película, vemos cómo es un caos incluso el mero hecho de poder vestirse, de hacer cualquier cosa. Cómo acaba explotando, llorando, maldiciendo mientras tiene que repetir todas las acciones.
Adoro que sea tan agobiante. Porque si es agobiante para el espectador, éste puede ponerse en la piel de la persona que ve en pantalla, pues su sufrimiento es mil veces mayor.
Y es especialmente triste ya el final, pero a la vez tan esperanzador. Ver cómo Sarah está luchando contra su agorafobia, para salir de la casa, además de su lucha contra la puerta. Apenas sí puede abrir la puerta solo para recibir a su terapeuta. Al final, acaba por salir, de forma torpe y acelerada a la calle, llorando y presa de una gran ansiedad, para poder simplemente estrecharle la mano a su terapeuta.
Es una película maravillosa para poder entender estos trastornos, o por lo menos querer interesarse por ellos. Cuando hablamos de Trastorno Obsesivo Compulsivo recordamos a Jack Nicholson en Mejor Imposible y nos hace gracia, porque la película es una comedia dramática y mira qué gracia el Jack Nicholson sorteando las líneas de las baldosas. En esta película vemos que no es un trastorno divertido. Es agobiante. Es paralizante. Te provoca ansiedad al ver que la película no parece avanzar, que no va a ninguna parte. Ese el día a día de mucha gente que padece estos trastornos.
Nos leemos pronto,
Cris.
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