domingo, 10 de marzo de 2019

Tomates Verdes Fritos (Fried Green Tomatos at the Whistle Stop Cafe)

FICHA TÉCNICA DE LA PELÍCULA:


Director: Jon Avnet
Producida por: Norman Lear
Screenplay: Fannie Flagg y Carol Sobieski
Música: Thomas Newman
Productora/s: Universal Studios
Distribuidora: Universal Studios
Reparto: Kathy Bates, Mary-Louise Parker, Mary Stuart Masterson, Jessica Tandy
Lanzamiento: 1991
País: Estados Unidos
Duración: 130 minutos (alrededor de 2 horas, 17 minutos).

Sinopsis: Evelyn es una mujer de mediana edad que va a visitar, junto a su marido, a la tía de este en una residencia de Alabama y allí conocerá a una de las residentes, Ninny Threadgoode, que le narrará a lo largo de varias semanas la historia de la localidad y de dos mujeres que fueron el eje principal del pueblo, Idgie y Ruth. Con el paso de las semanas, y con la referencia de estas dos mujeres, Evelyn irá cambiando su modo de ver la vida y de recuperar una parte de la misma que había perdido con el paso de los años y su educación.





FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:

Autora: Fanny Flagg
Editorial: Random House
Traducción: (?)
Año de publicación: 12 de agosto de 1987
Idioma: inglés (español presuntamente descatalogado)
Número de páginas: 403
Formato: tapa blanda e e-book
ISBN: 0-394-56152-X











MIS IMPRESIONES, COMPARACIONES Y CRÍTICA:

La principal diferencia entre libro y película es la cronología. Creía que me volvía loca. Esta película yo la vi por primera vez cuando era pequeña (gracias, mami) y la he visto tantas veces a lo largo de los años que prácticamente me la se de memoria, así que cuando empecé a leerme el libro me descolocó mucho el ritmo. Va haciendo muchos saltos temporales; podemos empezar en 1986, cuando Evelyn visita a su suegra y conoce a Ninny y pasar a 1939, al semanario de Dot Weems de Whistle Stop (maravillosos apartes antes de cada capítulo), para pasar a los años sesenta, contando la historia de algún personaje secundario y volver a los años treinta de nuevo.


El libro cuenta la historia, tanto desde la perspectiva de Ninny como de una forma omnipresente la vida de Idgie y Ruth, como tema principal, pero casi podríamos decir que se trata de una obra coral, pues podemos saber la vida, siempre desde la narración omnipresente, de los demás personajes secundarios, que en esta narración pasarían a ser protagonistas en cierto aspecto, pues juegan papeles cruciales entre las historias que cuenta Ninny.

La verdad es que hablar de las diferencias entre libro y película para este caso sería acabar haciendo un listado gigantesco. La historia principal no cuenta con demasiadas diferencias, pero en los detalles está el... lo llamaré horror. Al menos en lo que a enunciar respectaría.


En la película, hacia el final, podemos sacar dos conclusiones, que Idgie sigue viva, y que además, es la propia Ninny. Qué disgusto comprobar en el libro que no, que son dos personas separadas (¡disgustazo, os digo!).

La historia que cuenta Ninny es su propia historia, y la narración omnipresente es la que cuenta los pormenores que Ninny no conoció y que en la película se usan para dar esa sensación de que Ninny sabe demasiados detalles y hacia el final, cuando están frente a la tumba de Ruth sacar la conclusión de que ella es la propia Idgie.

Aunque la cronología me haya vuelto loca, ha sido una delicia poder ver todos los pormenores de la vida de los personajes de la obra, todo lo que la película omitió, como la verdadera relación lésbica de las protagonistas, qué pasó después de morir Ruth, qué fue de los hijos de Big George y cómo Whistle Stop fue decayendo hasta convertirse en un pueblo fantasma.

La película, a mi parecer, consiguió superar la propia obra, pues mezcla con gran precisión partes de la historia para que todo cuadre en una línea temporal continua y le de más pasión a toda la historia. Por ejemplo, cuando Idgie, Big George y Julian van a buscar a Ruth y tienen el encontronazo con Frank, o el juicio a este último, que en libro sucede muchos años después de la muerte de Ruth, en lugar de cuando ella todavía sigue viva. Y también, cuando se sabe qué pasó con el cuerpo de Frank, que en la película consiguen grandes escenas de humor negro, mientras que en el libro no tiene tanto ese tinte de comedia.

El secreto está en la salsa...
Algo que me llama poderosamente la atención del libro es el gran mensaje feminista y antiracista, tan obvio y salvaje. Si esta obra se publicase mañana, en lugar de haberlo hecho hace más de treinta años, habrían acusado a Fanny Flagg de feminista radical (por no usar ese otro término tan repugnante). Evelyn es la responsable de la práctica totalidad de la reivindicación feminista en el libro, además de Idgie. Es una persona que fue educada de una forma tradicional; las mujeres deben ser señoritas, jamás alzar la voz, no deben enfadarse y deben consagrarse al matrimonio y a sus hijos.


Evelyn llega a un punto en el que explota y comienza a enfadarse, a cuestionarse todo, a llamarse a sí misma Towanda (y no por influencia de la historia de Idgie, como en la película -qué disgusto, señor, no puedo con mi vida-) y a hacer planes sobre cómo manejaría ella el mundo. Esta parte me resultó especialmente deliciosa y me divertí lo que no está escrito. Empieza con las ideas más básicas y principales reclamaciones feministas y acaba por pensar auténticas burradas, fruto de su gran cabreo (si llegáis a la parte de su conclusión sobre tener cojones o no en la sociedad, sabréis de qué hablo... Razón no le falta, pero leerlo desde una perspectiva cómica es, simplemente, delicioso).

La película ha sabido también cómo darle énfasis a los momentos más cruciales de la trama, sobre todo a través de la música, pero ahora que he leído el libro hecho de menos un desarrollo mucho más extenso de la vida en común de Idgie y Ruth junto al hijo de esta última. La verdad es que esta película podría ser una muy buena serie de televisión si algún día llegara a hacerse, pues podríamos disfrutar de la trama casi por completo, incluso algo más ampliada. Y ya que vivimos en la época del remake y que es en las series donde parece que se ha mudado la calidad...


Y por último, lo que más me ha gustado del libro es que al final de la historia vienen unas cuantas recetas de las que se cocinaban en el café de Whistle Stop, inlcuyendo, por supuesto, la de los tomates verdes fritos, junto con una pequeña varación del plato en una receta aparte. ¡Intentaré reproducirla algún día!


Nos leemos pronto, 

Cris.




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